Pagine

Translate

giovedì 20 novembre 2014

Colombia y las FARC pactan la libertad del general secuestrado

La crisis en el proceso de paz colombiano desatada por el secuestro desde el pasado domingo del general Rubén Darío Alzate y dos personas que le acompañaban, en una zona selvática del noroeste de ese país, puede estar cerca de terminar. Los representantes de los Gobiernos de Cuba y Noruega que actúan como garantes de las negociaciones que Colombia y la guerrilla de las FARC mantienen en La Habana, anunciaron la tarde de este miércoles (pasada la una de la madrugada de España peninsular) que ambas partes han pactado las condiciones necesarias para la liberación del alto mando militar y de otras cuatro personas más en poder del grupo armado.
El cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, que acompañaban a Alzate cuando fue capturado mientras viajaba en una lancha por el río Atrato vestido de civil y desarmado. También se encuentran en cautiverio los soldados César Rivera y Jonathan Díaz, secuestrados el 9 de noviembre en Arauca, un departamento fronterizo con Venezuela. Ese día murió un soldado y otros tres resultaron heridos. 
Los portavoces de Cuba y Noruega anunciaron que “las liberaciones se llevarán a cabo con la mayor brevedad posible”, sin dar mayores detalles y agradecieron la “actitud constructiva” tanto del Gobierno como de la guerrilla para solucionar la suspensión de las negociaciones. El Ejecutivo colombiano avanzó en un corto comunicado que “una vez todos se encuentren en libertad”, su delegación regresará a La Habana para retomar las conversaciones de paz. 
Horas antes, el presidente Juan Manuel Santos había resaltado que en este proceso se ha avanzado “como nunca antes” e insistió en que su Gobierno quiere “continuar las negociaciones para terminar esta guerra que ha desangrado a todos los colombianos”. En ese momento, anticipó la ayuda de Cuba y Noruega.El sistema de Naciones Unidas en Colombia celebró el anuncio y expresó que confía en que en un futuro próximo "se pueda llegar a medidas recíprocas que permitan disminuir los impactos humanitarios del conflicto y aumentar la confianza en el proceso de paz", dice un comunicado.
Las FARC confirmaron el martes el secuestro de Alzate y sus dos acompañantes. Horas antes de que se difundiese el acuerdo alcanzado, el número dos de la guerrilla y su jefe negociador en La Habana, Iván Márquez, afirmó que la solución quedaba en manos de Santos y de Timoleón Jiménez, Timochenko, el líder del grupo armado. “Nosotros [la delegación de paz en Cuba] no damos esa orden. El secretariado de las FARC, a través de su comandante, es el que maneja este asunto”, dijo Márquez a los periodistas en La Habana.
Ariel Ávila, analista de la fundación especializada en el conflicto Paz y Reconciliación, apuntó que las palabras de Márquez no pueden interpretarse como una división en las FARC, entre los jefes sobre el terreno y los enviados a Cuba. “El que tomó la decisión de suspender las negociaciones fue Santos, y no su jefe negociador, Humberto de La Calle. Pasa exactamente lo mismo en las FARC. Es una organización centralista, lo que significa que los negociadores en La Habana, por más que lo integren cinco de los nueve que forman el Secretariado [el máximo órgano ejecutivo del grupo] no van a tomar la decisión hasta que no se consulte con todos”, explicó Ávila a EL PAÍS. 
Márquez destacó los avances que se han alcanzado en tres de los seis puntos de la agenda de negociación (reforma agraria, participación política y narcotráfico), cuando se cumplen dos años de su inicio. “El balance es altamente favorable”, dijo. Desde agosto se discute cómo se resarcirán los derechos a la verdad, la justicia y la reparación de siete millones de víctimas que ha dejado el conflicto y armado, y al tiempo, cómo será el desarme y la desmovilización de la guerrilla.
Medios locales adelantaron que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) estaría avanzando gestiones para recibir a los secuestrados, algo que ahora confirman los garantes de Cuba y Noruega. El Gobierno, en cabeza del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, quien estaba al frente de los operativos de rescate, había ofrecido unos 45.000 dólares a quien proporcionara información sobre los secuestrados. 
Las víctimas también se pronunciaron para pedirle a Santos que retome las conversaciones de paz. Así lo hizo un grupo de 40 de ellas que han viajado recientemente a la capital cubana para reunirse con los dos grupos de negociadores. A las FARC le han pedido coherencia con la voluntad de paz y que se distancie de prácticas como el secuestro que mellan la confianza. “Liberarlos es la mejor oportunidad que tienen las FARC para demostrar su compromiso con la paz”, le dijo a este diario Ángela Giraldo, hermana de un diputado secuestrado y asesinado en 2007 por la guerrilla y firmante de la petición. Según el informe del Centro Nacional de Memoria Histórica ¡Basta ya!, en los últimos 40 años han sido secuestradas 27.000 personas en Colombia, la gran mayoría por las guerrillas.
La bancada del Centro Democrático en el Congreso, el partido opositor que lidera el senador y expresidente Álvaro Uribe, arreció sus críticas contra el proceso de paz y plantó en sus pupitres unos carteles con la leyenda “#Nomashumillacionanuestroshéroes”, acompañada de la foto de dos soldados. Uribe afirma que la negociación de Santos con la guerrilla desmotiva a las Fuerzas Armadas.

Nessun commento:

Posta un commento