“Hay que depender menos en materia energética de los vecinos del norte, como Rusia”. El recién nombrado comisario europeo de Cambio Climático y Energía, Miguel Arias Cañete (Partido Popular Europeo) lo tiene claro: “Sin interconexión no hay mercado”. Y es necesario buscar “corredores alternativos” para ser más independientes energéticamente ydepender cada vez menos de Rusia. Para ello, Cañete apuesta por la interconexión energética y gasística de toda la Unión y la define como “prioritaria” en la agenda europea de la recién estrenada legislatura.
Un día después de que el presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker,presentara su ambicioso plan de inversión para su próximo mandato —que constará de 315.000 millones de euros, de los que solo 21.000 millones serán “nuevos”— Arias Cañete ha acudido este viernes a la delegación del organismo europeo en España para hablar, entre otras cosas, de la que se prevé sea una de las grandes apuestas de su mandato: las interconexiones eléctricas. La península Ibérica, junto con los países bálticos, se encuentra completamente aislada del resto del continente en cuanto a materia energética. Aunque “existe la voluntad política” de los socios de la Unión, afirmó Cañete, para que Europa esté interconectada al 100%, los objetivos en boca de los europarlamentarios aún suenan lejanos: un 10% de interconectividad para 2020 y un 15% para 2030. “Facilitar el intercambio de energía es un proceso que va a ser largo”, ha explicado.
La UE pretende reducir el consumo energético en un 27%, con aspiraciones al 30% “para reducir nuestra dependencia del exterior”, según el comisario. Y para eso, es necesario que España y Portugal, que sí están conectadas entre sí, y los países bálticos se unan con el resto de Europa en materia energética; de electricidad y gas, ha añadido Cañete.Actualmente Rusia cubre un tercio del consumo energético de la Unión Europea (UE) y con este movimiento lo que el grupo, en boca del comisario para la energía y el clima, busca es “ser más independientes energéticamente”, lo que lleva a los países de la Unión a entablar conversaciones con los vecinos “amigos”, según Cañete. Se trata de los países de la ribera sur del Mediterráneo, es decir, el Magreb, y con los de la orilla oriental del mar Caspio “que no sea Rusia”, ha especificado.
En el caso de la Península, el comisario ha explicado que se hará a través de Francia. Tres cables de alta tensión atravesarán las tripas de los Pirineos. Arias Cañete reconoció que crearán un importante impacto medioambiental porque en este caso “no se puede transportar la energía de manera aérea”, excusó. El cuarto camino por el que previsiblemente correrá la energía producida en la Península hasta llegar a Francia será, en cambio, menos dañino para el medio ambiente: el cable submarino que atravesará el Golfo de Vizcaya, proyecto que de por sí costará alrededor de 2.000 millones de euros.
Aunque durante su breve intervención —no ha llegado a los 60 minutos agendados— Cañete no ha especificado ni cuánto costará ni cuándo va a concluir el proyecto, el comisario y exministro del Gobierno de Mariano Rajoy de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha asegurado repetidas veces que se cumplirán los mínimos establecidos por la Comisión. Esto es, alcanzar el 10% de interconectividad en 2020 y el 15% en 2030, algo que resulta aún muy lejano.
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