El inmenso poder que atesora Google y los intentos europeos por ponerle freno están tensando la relación política entre Europa y Estados Unidos. El Congreso estadounidense ha enviado esta semana varias cartas al Parlamento Europeo para manifestarle su inquietud por la moción que sugiere a Bruselas que legisle para trocear el gigante estadounidense, de forma que el buscador se separe de los servicios comerciales. La Eurocámara otorgó ayer una amplia mayoría a esa iniciativa que, sin mencionar a Google, pide a la Comisión Europea un mayor control de los abusos.
“Estamos alarmados por las propuestas que parecen dirigirse a compañías tecnológicas estadounidenses, crear barreras de acceso al mercado y limitar la innovación”, declaran varios congresistas y senadores estadounidenses —demócratas y republicanos— en una carta dirigida al presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, fechada el 25 de noviembre. Los representantes estadounidenses dicen estar “cada vez más preocupados por la aparición de una tendencia en la UE hacia una discriminación de las compañías extranjeras en la economía digital”. Con mensajes similares, al menos otras dos misivas llegaron ese día a los presidentes de los principales grupos en la Eurocámara, entre otros eurodiputados.
El movimiento refleja el creciente recelo que genera Google en las instituciones europeas. La cantidad de datos que acumula por ser el buscador utilizado por el 90% de los europeos, el presunto privilegio que otorga a sus servicios en las búsquedas y las prácticas fiscales agresivas —equiparables a las de otras multinacionales— han elevado la presión política para adoptar medidas contra el gigante tecnológico, principalmente en Alemania. Consciente de esa deriva, Estados Unidos comienza a temer que este asunto se convierta en una batalla política indeseada.
“No estamos en contra de Google ni de ninguna otra compañía estadounidense. Estamos en contra del monopolio”, sintetizó el eurodiputado de Convergència Ramon Tremosa, uno de los impulsores de la iniciativa. El vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Mercado Digital, Andrus Ansip, evitó una respuesta clara y se limitó a garantizar que la Comisión “permanecerá atenta en lo que se refiere a infracciones que obstaculizan el mercado único digital”.Tras varios días de advertencias, la Eurocámara aprobó, por 384 votos a favor y 174 en contra, una moción que sobre el papel defiende los derechos del consumidor en la red, pero que en la práctica insta al Ejecutivo comunitario a actuar ya en el caso Google, abierto hace cinco años. “La Comisión Europea lleva años estudiando. Ya va siendo hora de que presente resultados para que nuestra economía tenga posibilidades reales en el mercado mundial”, espetó en el debate parlamentario del miércoles por la noche Evelyne Gebhardt, eurodiputada socialdemócrata alemana. Tanto su grupo como el Partido Popular Europeo y los conservadores euroescépticos respaldaron la moción, que defiende que las búsquedas en la red “no deben estar sesgadas”. El texto, en cualquier caso, no es vinculante.
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